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sábado, 28 de abril de 2012

quinta entrada= quinta verdad


Todos queremos volver a los momentos en los que éramos felices. Nos pasamos la vida queriendo ser mayores, hasta que nos damos cuenta de cómo disfrutábamos siendo niños.
Siempre que recuerdo mi infancia me vienen a la mente los momentos más felices de mi vida. Recuerdo la navidad, los regalos, la ilusión que me hacía todo: ilusión que ahora se ha desvanecido. Recuerdo los veranos, largos, interminables. Todos pasan volando por mi mente. Recuerdo el sol, la playa, los momentos compartidos con la familia… lo recuerdo todo. Todas esas emociones que ahora me faltan.
Recuerdo con nostalgia el primer y el segundo amor. Aquellas chicas que marcaron mi vida, haciéndome pasar los momentos más felices que jamás he vivido hasta ahora. Momentos en los que por ellas me abstraía de la realidad, huía a mi propio mundo y era feliz en él. Quiero volver a sentir todas esas cosas…
Necesito volver a los tiempos de antes. Quiero volver a poder ser yo mismo sin estar a preocuparme de lo que piense la gente. Quiero volver a pasar las tardes con aquellos amigos inolvidables, que por desgracia fueron cambiando a lo largo del tiempo. Quiero vivir un último momento con ellos, quiero que sepan que me marcaron para toda la vida y que jamás olvidaré cómo eran antes. Quiero decirles que me llegaron a importar de verdad y que sin ellos no sería nada. Quiero que todo vuelva a ser igual.
Fueron pasando los años, y con ellos mi autoestima. Los amigos, aquellos con los que tantos momentos había pasado cambiaron, para bien o para mal, y me fui alejando de ellos. Otros ocuparon su lugar, si, y tampoco todos se fueron, pero no puedo evitar el querer con todas mis fuerzas volver a los tiempos en los que me sentía a gusto con ellos, aquellos con los que consideraba que podía ser feliz.  Echo de menos todo su apoyo moral, las risas, los disgustos, las tardes y las noches hablando con ellos, y todos aquellos momentos por los que daría todo, con tal de volverlos a vivir.  Quiero que cada día vuelva a ser una aventura, sin rumbo fijo, saliendo a la calle sin más. No quiero la rutina que me acompaña todos los días a mi espalda. Sin cambiar nada, sin cambiar a nadie, sólo quiero volver atrás. Pero sé que no puedo, al igual que tampoco puedo negar que alguna lagrima ha caído al teclado mientras escribía esta entrada.
Con el tiempo algunos se alejaron de mí, y yo fui lo suficientemente inteligente para dejarlos ir. Los que se quedaron, gracias, porque son los que de verdad vale la pena. Sin embargo, los tiempos más felices que me ha tocado vivir, no son los de ahora.
Solo quiero vivir otro día perfecto con vosotros. Con TODOS vosotros.

lunes, 16 de abril de 2012

Cuarta entrada, cuarta verdad (y cruda realidad)


No sabemos disfrutar de la vida. Vivimos sin comprender que cada instante puede ser el último, y necesitamos vivir una experiencia cercana para darnos cuenta.
Hoy quiero aconsejaros una cosa: nunca, nunca y nunca os despidáis de alguien estando enfadados, y menos aún de alguien a quien queréis. Ojalá no pase pero, ¿ y si esa persona  se fuera para siempre? Tendríamos que cargar toda nuestra vida con la culpa, de que un último instante de enfado arruinó toda una vida de alegría. No permitáis que sus últimas palabras hacia vosotros sean un “me has decepcionado”, ni que las vuestras sean un simple “que te den”, porque ese “que te den” os estará acompañando toda la vida.
Haced de vuestra vida feliz cada instante, y llegado el momento en el que alguien tuviera que abandonarlos, que lo haga mientras vosotros sabéis que fue feliz, por vosotros. Pensad que toda una vida puede cambiar de una noche a la mañana.
La próxima vez que tengáis una discusión pensad: ¿y si todo acabara así? ¿Y si este fuera nuestro último momento juntos? ¿Dejarías las cosas sin solucionar para SIEMPRE?

Vivid la vida, sed felices y despediros con un simple “te quiero”

domingo, 15 de abril de 2012

Tercera entrada, tercera verdad. (absoluta)


Sinceramente hablando, no sé qué pasa con la sociedad actual, en concreto con la nuestra, la joven.
En el último mes me he dedicado a observar lo que pasa, y he abierto los ojos por fin.
¿Qué fue de ese tiempo en el que cada uno tenía su propia opinión? Pues que ha desaparecido, oculto tras una sociedad sin criterio.
Nos basamos en una mayoría. Tan pronto un 70% del personal tiene una idea, el otro 29% se ve arrastrado por miedo a ser de los “marginados” del 1%. Pues os diré que ese 1% son los únicos que tienen futuro, porque saben lo que es el criterio propio, y no se dejan llevar por la gente. Ellos y solo ellos son los que se merecen ser escuchados, queridos y aceptados por todos nosotros.
Mirad a vuestro alrededor. ¿Veis a esa persona que piensa diferente? Ahora decidme… ¿cuántos de vosotros os metéis con esa persona, sólo por ser como es? A esa persona en esta sociedad se le llama “marginado”.
El problema que tenemos es que el ese 70% es compuesto por una pandilla de gente sin escrúpulos, crueles y maleducados por naturaleza. El otro 29% se verán arrastrados y al final la sociedad estará compuesto por un 99% de gente infame, vaga e irresponsable, mientras que ese 1%seguirás o bien hacia adelante, o bien oprimidos por la mayoría.
Mirad a vuestro alrededor. ¿Veis a esa persona que piensa diferente? Ahora decidme… ¿cuántos de vosotros os metéis con esa persona, sólo por ser como es? A esa persona en esta sociedad se le llama “marginado”. Luchemos todos juntos, porque esos “marginados” son los únicos que se merecen ser llamados personas.
¿Alguien quiere tener criterio propio? ¿Alguien se anima a ampliar ese 1%?

Bienvenidos seais