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jueves, 13 de diciembre de 2012

21 entradas, 21 verdades

Yo
Podéis todos pensar en la misma pregunta, que la respuesta será siempre diferente. ¿Quien soy?
A simple vista la pregunta parece sencilla, si, pero a la vez no, La verdad es que queremos darnos a conocer entre la gente sin conocernos antes a nosotros mismos. No sabemos las cosas que se esconden en nosotros, sean buenas o sean malas, pero al final acaban saliendo a la luz y hay que estar preparado. Hay que saber vivir con tus defectos y con tus ventajas, pues como ya dije en la entrada anterior, todos tenemos cosas buenas y malas.
Yo por ejemplo. Desde que tengo uso de razón he sido siempre una persona impulsiva. Eso sí, con el paso del tiempo me he ido controlando, pero no puedo evitar que de vez en cuando salgan a la luz esos rasgos de ira interna que llevo cargando desde crío. Soy una persona bastante vaga, que dice lo primero que se le viene a la cabeza y siempre en el momento más inoportuno. Cuando me equivoco en algo o las cosas no salen como quiero me suele dar el bajón  y cada vez que me pongo a escribir me deprimo. Las opiniones sobre mí varían: hay a quien le caigo muy bien y el resto me odian, no hay término medio. ¿Y que? Son solo defectos, todos tenemos los nuestros y hay muchos que son irremediables, pero no todo es malo.
Porque por mucho que pueda decir la gente de mí y por lo que se cuente acerca de mi persona sé que puedo soportarlo, porque los años y las experiencias me han hecho fuerte. Porque siempre busco maneras de seguir el camino correcto. Porque se me da bien hablar con la gente, porque soy buen negociante y sobre todo cuando está todo perdido. Porque me preocupo mil veces más por mis amigos que por mi mismo, porque he aprendido a que lo que piense la gente de mi no tiene que afectarme, ni a mi ni a nadie. Como dijo Nach, "los peores no son los que extienden rumores, sino quienes les creen". Me gusta escribir, leer y la fotografía. Me encuentro bien con como soy porque veo la vida desde otro punto de vista y sobre todo, porque por muy mal que estén las cosas, por muy mal que esté todo a mi alrededor, porque aunque me odie a mi mismo y a los demás y aunque tenga ganas de llorar, siempre estoy ahí, con mi sonrisa y mi alegría, dándolo todo por todos, y afrontando las cosas siempre de cara, solucionando los problemas uno a uno y, a mi manera, siendo feliz.
Con esto no quiero centrarme en mí, tan sólo decir que tenemos que aceptarnos a nosotros mismos, porque sino va a llegar el día en el que os vais a mirar en el espejo y vais a odiar todo lo que veréis reflejado en él. Veréis el espejo  no estaréis contentos de como sois, de como os ve la gente, de vuestro aspecto físico, de la discusión con vuestros padres de hace una hora, de la contestación borde que le diste a un amigo, de que te haya salido mal un examen...
Pero solo si sabéis aceptar y corregir vuestros fallos conseguiréis sacaros los problemas de encima y también, a vuestra manera, encontrar la forma de ser felices.

Y por eso debéis preguntaros: ¿quienes sois?


Yo lo tengo muy claro: Soy yo mismo.